ANTECEDENTES HISTÓRICOS
Gunnar Zapata
La Universidad Mayor de San Simón fue constituida
mediante Ley del 5 de noviembre de 1832, en el gobierno del Mariscal Andrés de
Santa Cruz y Calahumana. Pertenece al Sistema de la Universidad Boliviana,
enmarcando sus acciones en el marco de las funciones de las Universidades
Públicas. Esta superior casa de
estudios, actualmente, tiene la mayor población estudiantil y docente respecto a
cualquier otro centro de educación superior en Cochabamba, por ende tiene la
mayor cantidad de facultades (14), carreras y programas (88), centros e
institutos de investigación (41).
Considerando a la Red de Indicadores de Ciencia y
Tecnología -Iberoamericana e Interamericana- (RICYT), los principales
emprendedores de la investigación científica y tecnológica en Bolivia son las
universidades. Por lo tanto, la UMSS se constituye en el centro de educación
superior en Cochabamba, de mayor población, que puede apoyar su desarrollo
científico. Lo más importante en el desarrollo de la ciencia, es el capital
humano dedicado a la investigación científica y tecnológica. La historia es sabia. En su tiempo, Martín
Cárdenas, entre otros investigadores de la UMSS, fue el científico boliviano
cuyos aportes a la botánica han sido las contribuciones científicas más
conocidas de nuestro país en el mundo, habiendo sido rector de la UMSS en dos
ocasiones.
La UMSS se constituye en una entidad estratégica
para proyectar el crecimiento económico de Cochabamba, por la inversión que
ejecuta y ejecutará en sus actividades científicas y tecnológicas. Al presente,
esta universidad reúne a 65834 estudiantes en pregrado, 3618 en postgrado, 1710
docentes y 1122 trabajadores administrativos, lo que representa un aproximado
de 3,95% de la población departamental (de acuerdo a los resultados del Censo
Nacional de Población y Vivienda 2012). Este índice podrá aumentar considerando
la evolución de la matrícula universitaria y la tendencia de potenciales
estudiantes de la UMSS. Bajo este aspecto, la UMSS se constituye, en uno de los
principales protagonistas de esta nueva imagen de Cochabamba: Capital
Científica de Bolivia al 2025 y para ello, es indispensable la comunicación.
Comunicar es un fenómeno propio de todo ser humano,
como respirar, pensar, moverse e imaginar. Informar es un proceso en el marco
de la comunicación, donde se expone datos a otras personas que sean de su
interés o de interés común. Cuando se desea informar con el fin de promover
algo o a alguien, este proceso se define como promoción. La complejidad emerge
al ignorar la promoción en una gestión: cuando existe un trabajo en equipo y se
concentran los esfuerzos en la ejecución del mismo sin tomar en cuenta, los
recursos necesarios para la promoción de lo realizado o de los resultados
obtenidos.
La comunicación (científica, institucional o
promocional) considera el manejo de conceptos y recursos para el impacto
deseado en el público objetivo. No se trata de la producción y exhibición de
carteles, spots, cuñas y minimedios, sin criterio alguno, se trata de la
optimización de recursos. No se trata de salir en los medios por salir, sino
lograr los objetivos deseados cada vez que se difunde un mensaje en cada medio.
Para ello, existen profesionales especializados en el manejo de la
comunicación, porque la misma debe ser efectiva y no improvisada.
La Autonomía Universitaria es la capacidad de
ejercer una libre administración de sus recursos, el nombramiento de sus
autoridades académicas, personal docente y administrativo, conforme a sus
estatutos. Fue producto de propuestas e incesantes luchas de los docentes y
universitarios bolivianos que, motivados por la rebelión de los universitarios
en Córdova (Argentina) de 1918, lograron la incorporación de la autonomía
universitaria en la Constitución Política del Estado, actualmente en su
artículo 92.
La Autonomía Universitaria debe tener una sólida
característica: ser responsable con la sociedad cochabambina y boliviana. El
entender que la Autonomía Universitaria es una conquista universitaria ha sido
un escudo pretexto para justificar actos de libertinaje entre autoridades,
docentes, estudiantes y trabajadores universitarios.
En la Declaración Mundial sobre la Educación
Superior en el siglo XXI se establece a la docencia, investigación y la
interacción social universitaria como los componentes de la misión de cada
universidad “... la educación superior y la investigación son en la actualidad
los componentes esenciales del desarrollo cultural, socioeconómico y
ecológicamente viable de los individuos, las comunidades y las naciones”.
(UNESCO, 1998). La Universidad Mayor de San Simón (UMSS) desarrolla cabalmente
tales componentes, derivando del último (interacción social universitaria):
Televisión Universitaria.
Televisión Universitaria es el primer canal de
televisión emitido en Cochabamba después del canal estatal 7 TVB. El rector
Walter Pereira Reynolds estableció el departamento de radio y televisión que
dependía del entonces Departamento de Extensión Universitaria. El 19 de
diciembre de 1975, el rector Alberto Quiroga instituyó a Televisión Educativa,
hoy Televisión Universitaria, con transmisión en circuito cerrado con una
potencia de 100 vatios. TVU tenía una cobertura a toda la zona urbana y
provincias como Tarata, Cliza y Punata. Cabe señalar que, en aquel entonces, la
altura de los edificios permitía esta cobertura. La programación era un
servicio exclusivo de las facultades universitarias para optimizar el
aprendizaje de los estudiantes.
El 20 de septiembre de 1976 el docente y miembro del
Consejo Nacional de Educación Superior de la UMSS, Dr. Mario Rolón Anaya junto
con el Ing. Julio Trigo tramita ante el Ministerio de Transporte, las licencias
respectivas para que el canal tenga una señal en el circuito regional,
respetando sus tres pilares fundamentales: culturas, ciencias y educación. Para
ello, fue adquirido un transmisor de 1000 vatios que compraron de Televisión Universitaria
de Santa Cruz y otros equipos de implementación.
Por aquel entonces, el gobierno de Bolivia estaba
presidido por el Coronel (más adelante General) Hugo Banzer Suárez. Como ha
sido costumbre, el canal estatal 7 TVB
se constituyó en un instrumento de propaganda política para el gobierno
de turno, con una programación marcada
estrictamente hacia una tendencia militar y antisocialista. TVU fue el medio
contestatario, bajo la dirección de Jorge Rivero, con un alto sentido de lucha
por la democracia y la autonomía universitaria.
El 2 de marzo de 1978 se emitió por primera vez, la
señal al vivo, transmitiendo el partido de fútbol nacional Blooming contra San
José, desde el estadio Félix Capriles. El 5 de mayo de 1978, TVU emitió una
programación de 5 horas al día, por primera vez, al público cochabambino, en
transmisión blanco y negro. Destacaron programas culturales, documentales, el
informativo “Noticiero en el Canal 11” y el “Deportivo en el 11”, espacios
otorgados a periodistas independientes.
A mediados de 1978, después de la huelga de hambre
de las amas de casa mineras que generó la amnistía general y la caída del
gobierno de Banzer, Luis González Quintanilla se hizo cargo de la dirección de
TVU. Luis González logró adquirir las licencias de difusión nacional de las
teleseries El Chavo del Ocho y el Chapulín Colorado, El Carruaje, y las
telenovelas brasileñas, El Bien Amado y doña Cheba.
A raíz de los golpes de estado que caracterizaron de
1979 a 1980, TVU fue militarizada. Luis González fue exiliado, siendo
reemplazado por oficiales del ejército. La intervención militar dejó destrozos
en el canal televisivo en equipos y audiovisuales “Umatic”. Una vez sucedió el
retorno a la democracia en 1981, se hace cargo de la gerencia, Ramón Rocha
Monroy. Continuando con el derrotero que dejó Luis Gonzales, Ramón Rocha
consolidó al canal con el mayor índice de audiencia del público en general, por
lo tanto generaba mayores ingresos para TVU, estos ingresos beneficiaban a la
UMSS, e incluso para pagar los sueldos de los mismos trabajadores del canal,
pese que no su obligación, se podría decir que el Canal Universitario en
aquellos tiempos podía mantener a la UMSS, considerándose como una unidad
estratégica de negocios, primitiva.
Televisión Universitaria fue una verdadera escuela
de técnicos, periodistas, camarógrafos, sonidistas, y otros. Dado que estas
personas que trabajaban en TVU optaron por ser independientes. Destacados
periodistas y productores trabajaron en esta época: Amalia Decker, Luis Mérida
Coimbra, William Block, Fernando Aguilar, Eduardo Arévalo Tineo, Alfonso
Arévalo, Nelson Villarroel, Elizabeth Paravicini, Federico Sabat Lara. Entre
los años 1984 y 1985 nacen en Cochabamba las empresas privadas de televisión,
con algunos de estos personajes. A razón de ello, TVU tuvo que modificar su
programación como también funcionamiento que tenía hasta entonces.
Después de la gestión de Ramón Rocha Monroy,
sucedieron en el cargo, Gonzalo Landaeta, Raúl Ballón y Cecilia Soliz. La
carencia de una misión, visión y lineamientos estratégicos para TVU, en tales
gestiones, desembocó en una mezcla de géneros educativos, de entretenimiento, e
información; pero sin la sostenibilidad necesaria para mantener la producción
propia. La programación propia de TVU fue reducida al noticiero Hechos. A ello,
fueron sumados recortes financieros que sufrieron las universidades estatales,
que afectó el techo presupuestario de TVU en diversas gestiones. Entre otros
factores, estos elementos desembocaron en las pérdidas de la vigencia de las
licencia con productoras internacionales, dejando de transmitir esas series
televisivas internacionales para 1990. Para el nuevo milenio, el nivel de
audiencia a TVU fue inferior al promedio de los demás canales televisivos.
Después del Primer Congreso Institucional de la
UMSS, el departamento de Extensión Universitaria dio paso a la Dirección de
Interacción Universitaria (DISU), quien se constituyó en la órgano rector de
TVU, dependiente del Vicerrectorado. En el año 1992 es aprobado el Reglamento
de Televisión Universitaria mediante Resolución del Consejo Universitario.
En Julio de 1995, nace la Superintendencia de
Telecomunicaciones, hoy Autoridad Reguladora de Transportes y
Telecomunicaciones – ATT, instituida por
el gobierno para otorgar licencias de difusión a los medios de comunicación
tanto en áreas urbanas como rurales. En
1998, TVU busco expandir su señal en 1998, en el ámbito departamental y realizó
los trámites para la adquisición de un nuevo transmisor de 5 kilowatts de marca
Latin Coll, con una estación en la zona del Temporal - zona norte de
Cochabamba; otro transmisor de 500 instalada en la zona de Tuti Mayu y una
repetidora de 250 vatios en Llalla Warmi – Cantón de la zona de Tiquipaya. En
el año 2001 fueron entregadas estas nuevas instalaciones, sin embargo, no han
sido aprovechadas en su totalidad.
A la par, en 1998, dentro de la Facultad de Ciencias
Económicas y Sociología (hoy Facultad de Ciencias Económicas) nació el programa
de Licenciatura en Comunicación Social, dependiente de la carrera de
Sociología. La desorientación generada en los estudiantes de tal programa, por
una malla curricular sin un perfil profesional propio del acerbo comunicacional
(el perfil profesional correspondía a un profesional en Sociología con conocimientos
comunicacionales) y sobre todo, la carencia de prácticas profesionales de los
estudiantes, desembocaron en esporádicas confrontaciones con sectores radicales
de tal programa, por intervenir en la gestión del canal.
El establecimiento del programa en carrera de
Comunicación Social (2004), con un perfil profesional en el ámbito íntegramente
comunicacional, estableció una madurez en la carrera para establecer convenios
con la DISU (2012) reglamentando las prácticas profesionales y la participación
de los estudiantes de tal carrera. En este mismo período se establece la Red
Universitaria Boliviana de Información (RUBÍ), la cual no integró completamente
a los canales universitarios. Hasta el año 2014, bajo los preceptos de la
Autonomía Universitaria, la red fue nominal generando intercambio de notas
informativas para sus noticieros.
Las próximas gestiones en TVU cayeron en la
responsabilidad de Grover Arzabe, Carlos Krings, Jorge Luis Flores y Gustavo
Rodríguez. De manera paulatina, la programación fue seleccionada acorde a fines
educativos, reduciendo –paulatinamente- los espacios alquilados a productoras
independientes. La ATT entregó a TVU, en el año 2004, licencias para difusión
en Capinota, Villa Tunari, Chimoré, Punata y el Valle Alto, en frecuencia diferente
a la tradicional “11”, por lo que fue necesaria, la adquisición de transmisores
y contrato de instalaciones en tales municipios. Por el elevado costo y ante
una programación no sostenible, tales licencias no son utilizadas.
Desde el año 2004 al 2009, el personal de TVU
presentó proyectos para su financiamiento con
recursos de las regalías del Impuesto a los Derivados de los
Hidrocarburos. Con cargo a estos recursos, se realizó un reequipamiento
completo en Televisión Universitaria, actualizando los dispositivos de
almacenamiento y los sistemas de información del canal. Fueron renovados los
procedimientos y se instituyó un manual de funciones y manual de procedimientos
del manejo económico y administrativo. Existe, sin embargo, un divorcio entre estos
documentos y el reglamento de TVU, aprobado en el año 1992.
A lo largo de las gestiones mencionadas, durante la
última década del siglo XX e inicios del presente siglo, se ha reiterado que
TVU está en una permanente crisis, por el bajo nivel de audiencia (de acuerdo a
un estudio realizado en agosto y septiembre 2014, de cada 10 personas solo 3
señalaban observar algún programa de este canal). La crisis indisoluble de TVU
radica en el cambio permanente de su programación y la carencia de capacitación
en su personal, para una actualización permanente de competencias en
televisión. Las diversas gerencias han tenido criterios distintos e incluso
contrarios en la selección de los programas de la parrilla televisiva, lo que
desemboca en insostenibilidad en producción televisiva y programación. Por otro
lado, la divergencia entre canal educativo y canal competitivo señalaba una
confusión en la identidad de TVU. Finalmente la insuficiencia del techo
presupuestario es el resultado de una gestión estratégica cambiante, por lo que
no se realizan los proyectos necesarios de inversión para optimizar el
equipamiento e infraestructura del canal.
Desde el 5 de septiembre de 2014, bajo la gerencia
interina de Gunnar Zapata, se han identificado estos problemas, por lo que, a
pesar de su carácter de interinato, se pretende otorgar una solución definitiva
con un plan estratégico para TVU.
La Educación Superior supone el desarrollo de
competencias basadas en los saberes conceptuales, procedimentales y
actitudinales, es decir la generación de conocimientos, destrezas y actitudes.
Nuestro sistema educativo, desde la educación básica, enfoca su valoración al
aprendizaje de conocimientos sobre otros saberes. Los estudiantes con más alto
rendimiento son aquellos cuya inteligencia y memoria les permite asimilar
conocimientos y responder asertivamente un examen o cuestionario.
En las universidades, lamentablemente, se ha
sostenido esta priorización. Por eso, se mantienen los exámenes como los
instrumentos principales de evaluación. Las actividades del estudiante, en su
mayoría, son desarrolladas en el aula y el docente se mantiene como la fuente
de información oficial de la materia, fuera de los textos, que en su mayoría,
no son productos de investigaciones científicas hechas en Bolivia.
Todo profesional debe ejercer sus funciones en el
marco de las demandas y necesidades de la sociedad boliviana, sin embargo, la
mayor cantidad de material bibliográfico, utilizado por los docentes
universitarios para su cátedra, es producto de investigaciones y datos de
contextos diferentes al nuestro. Por eso, un profesional recién titulado es
apto para resolver ejercicios teóricos pero no tiene la seguridad suficiente
para dar solución a problemas cotidianos de su unidad de trabajo. A raíz de
esto, en las convocatorias públicas de trabajo se exige experiencia laboral
mínima.
La docencia universitaria debe complementarse con la
Interacción Social Universitaria. La parte práctica de sus materias no consiste
en la múltiple resolución de ejercicios de textos planteados sino en el
desarrollo de experiencias de trabajo, en el marco de la Interacción Social (no
confundir con Extensión Universitaria). La formación debe salir de las aulas ya
que el profesional no trabaja en ellas y sus pruebas de evaluación deben involucrar
el desenvolvimiento del estudiante para atender los problemas diarios en una
fuente de trabajo o emprendimiento laboral.
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