Identifica a tus antepasados. Envíanos biografías u hojas de vida y fotografías de ellos para incluirlos en el blog!
NEMECIA ACHACOLLO IV
NEMECIA ACHACOLLO IV
OPINA LA CIUDADANA NEMECIA
ACHACOLLO
Trabajo
del Campo
- Al sector campesino e
indígena en Bolivia nos falta el apoyo del Estado. He visitado muchos países,
por la oportunidad que tengo de viajar, pero veo que es muy diferente lo que se
vive allí y eso me ha impactado bastante. Aquí no tenemos servicios básicos en
nuestras comunidades. He estado por Pando y Riberalta y allí muchos de nuestros
compañeros toman agua del curichi y además no hay carretera, sólo hay caminos
que cada vez se arruinan. En el tema de educación, hay una escuelita que está
por caerse. Hay comunidades donde no entra un solo micro; hay que ir a caballo
y a pie. En otros países ves la diferencia, que hasta en el último rincón
tienen agua, tienen luz y también escuela. Hay universidades campesinas e
indígenas y eso es lo que a nosotros todavía nos falta: una inversión grande.
Todavía nos falta mejorar mucho la producción. Creo que eso ayudaría bastante
en el trabajo del campo.
Economía de los hogares
-
Yo creo que la economía de nuestras
familias y de las compañeras es muy pésima; y si vemos también la economía en
el área urbana, muchas de nuestra compañeras están más jodidas que en el campo.
En el campo tenemos un pedazo de tierra donde trabajar y la gente siembra y
almacena. No comerá de todo, pero tiene un chanchito, un ovejita, una gallina.
En cambio en la ciudad, nuestras compañeras que viven en los barrios marginales
están apenas comiendo y podemos decir que una gran parte de Bolivia pasa esta
realidad: mucha gente no tiene trabajo y si tiene gana un sueldo muy miserable
que no alcanza. Mucha gente ha emigrado del campo a la ciudad tal vez pensando
que va a mejorar sus condiciones de vida. Sin embargo esto es totalmente
ilusorio. En el campo yo creo
que hay un aporte de las mujeres que trabajan constantemente junto a sus
esposos. Lo que pasa es que las compañeras mismas no valoran ese aporte. Por
eso los compañeros dicen que la mujer se queda en la casa y no aporta, pero ese
trabajo en la casa desde muy tempranas horas hasta la noche es un trabajo
invisible que aporta mucho a la economía de las familias campesinas.
Sobre la política y los políticos
-
Hay compañeros que se han dedicado concientemente a
la parte política; pero creo que también hay los que hacen politiquería. Si uno
ve, cuando se crea un partido político se lo crea con mucha fuerza, pero
después se va fraccionando porque hay intereses de cada persona y hay
liderazgos momentáneos que solamente por la ambición al poder económico se
lanzan a la política. Por eso ahora hay poca credibilidad en los partidos
políticos.
-
Hay una parte de los políticos que son malos y
negativos, que no han aportado a Bolivia. Lamentablemente por muchos años hemos
tenido esta clase de políticos, aunque ahora están saliendo otros con más
visión. Pero no hay que olvidar que los políticos tradicionales han hecho lo
que han querido ejecutando nuestras empresas nacionales con la capitalización.
Si las organizaciones sociales hubieran estado fortalecidas como ahora, no estaríamos
viviendo estos bloqueos y peleas por volver a nacionalizar nuestras empresas
capitalizadas, que hoy en día están en manos de las transnacionales.
Acerca de la Iglesia
-
Yo veo que la Iglesia Católica ha sido una de
las que siempre esta ahí: ni buena ni mala, está en el medio, como en
equilibrio. Muchos compañeros y compañeras de las organizaciones hemos acudido
a ella y nos hemos encontrado con una posición media que es imparcial; pero
también hemos vistos a algunos de sus miembros que son bien comprometidos con
la sociedad y con el pueblo. Ha habido personajes que nos han reprimido, como
por ejemplo durante la invasión española: en una mano la Biblia y en otra la espada;
pero también hemos visto la gran diferencia con el padre Luis Espinal, que ha
dado su vida por los demás, o el caso del padre Mauricio Bacardit aquí, en Santa Cruz, que a pesar de todas las
dificultades él está con nosotros dándonos criticas y alentándonos para seguir.
Creo que son personajes que hay que valorar y seguir por caminos que ellos
están emprendiendo.
-
No tengo mucho que hablar sobre los curas o las
monjas, porque me he mantenido alejada de la religión y de la Iglesia. No he tenido eso:
vivir y compartir con ellos.
Gobiernos
-
Yo creo que hay que separarlo en dos partes: la
parte del pacto militar, que han sido los gobiernos mas represores, como la
dictadura de Banzer o la dictadura de García Meza, un proceso de torbellino que
hemos vividos en los años 70 hasta los 80, años muy terribles para nosotros;
pero también hemos visto procesos democráticos en los cuales vuelve la
estabilidad política y vuelve la estabilidad económica. Lo que uno espera del
gobierno es que trabaje para el bien de todos, pero hasta ahora no pasa eso, sólo
hay pequeñas soluciones: el gobierno no ha sabido ir y ver las necesidades del
pueblo.
Alcaldía
-
La ley de municipalidades dice que las alcaldías son
autónomas, que ellas misma deciden y saben qué hacer; pero en la práctica las
alcaldías no son tan autónomas como se dice. Ahí adentro, en el municipio,
están las superintendencias y el Ministerio de Hacienda, que manda el dinero.
Así estamos bien amarrados al gobierno central. Pero hay algunas cosas
positivas para los municipios: por ejemplo, algunos decretos como el Compro
Boliviano que obliga a la alcaldía a comprar productos nacionales de la misma producción
de las comunidades; y también que los municipios permiten la participación de
la gente, una participación directa en la Alcaldía.
Sindicato
-
El sindicato es una organización importantísima. Si
no hubiera el sindicato no estaríamos trabajando en el ámbito nacional o
internacional. Desde el sindicato vemos lo que pasa en las comunidades. El
sindicato también está para velar por todos los afiliados. Por ejemplo, si el
sindicato tiene un conjunto de setenta afiliados y uno se muere, el sindicato
se hace como un tutor y cuida a la
familia del fallecido; si hay una comunidad donde hace falta agua o luz, el
sindicato está permanentemente en vigilancia y ahí sí los dirigentes se
convierten en líderes locales.
ONGs
-
Creo que en Bolivia tenemos más de cien diferentes
instituciones que trabajan en diferentes áreas, pero nosotros hemos visto muy
pocas que trabajan comprometidas con las organizaciones. Yo veo que en Santa
Cruz, en el ámbito departamental y regional, son muy pocas, como CIPCA,
Asesoría Legal y Asistencia Social (ALAS) y Pastoral Social Caritas (PASOC) que
son instituciones con una posición bien
abierta, que nos facilita para poder salir adelante, pero otras instituciones
están ahí cuando les conviene, y cuando no les conviene nos dejan a un lado.
Fuerzas Armadas
-
El ejército es una institución que últimamente se ha
dedicado a reprimirnos. Hemos podido contactar con militares retirados y otros
representantes aquí en Santa Cruz, y les hemos preguntado por qué tanta
represión contra nosotros; en vez de eso por qué no cuidan las fronteras; y ellos han respondido que dependen del
gobierno y de quien este a la cabeza. Últimamente hemos visto que ya no hay esa
posición tan dura.
Democracia
-
Creo que tenemos solamente el nombre de
democracia en Bolivia, porque si analizamos a fondo creo que no vivimos en una
democracia. Cuando vamos a votar, si bien elegimos a un representante, es el
Congreso Nacional el que define al sumar más del 50% de votos. El gobierno que
entra ya no es el que se ha elegido: se hacen alianzas y tu decisión no es
respetada. En democracia deberíamos tener libertad de expresión todos, pero aquí
quienes hacen primero de cómplices son los medios de comunicación que están
manejados y no dejan entonces escuchar la voz del sector campesino indígena.
Sólo nos hacen salir para hacernos quedar mal, siempre con la intención de
callar la voz de las organizaciones y hacer sobresalir los intereses de las
grandes empresas nacionales y transnacionales.
Dictadura
-
Yo creo que nadie quisiera volver a vivir ese
sistema en el que nuestros padres han vivido momentos terribles en los cuales
hemos visto las masacres crueles. Ojalá nunca más vuelva. Si queremos seguir en
la democracia deberíamos hacer un trabajo conjunto de toda Bolivia y no
solamente del sector indígena y campesino. Caso contrario, nosotros mismos
estaríamos empujando otra vez para que vuelva la dictadura.
Comunidad
-
Vivir en una comunidad o en un municipio pequeño
tiene muchas ventajas porque estás junto a esa comunidad, puedes trabajar y
compartir los momentos buenos y los momentos malos y eso te ayuda a sobrellevar
la carga. Pero mis padres tenían otra mentalidad. Decían que cuando se vive en
la comunidad se vive pendiente de los chismes y
el pueblo chico se vuelve infierno
grande. Ellos decían: “Más vale vivir retirado y así no te enteras de nada”.
Pero yo no creo así. Cualquier cosa que te pasa, necesitas del apoyo de los
demás y para ello necesitas vivir en la comunidad.
Identidad
-
Ahora
últimamente se está trabajando mucho eso en las organizaciones y se está
recuperando su identidad cultural y el idioma materno. Incluso están hablando
de la interculturalidad. Pareciera que muchos años hemos vivido sin tomar
conciencia de lo que somos y además nos han hecho renegar de nuestra identidad
originaria, pero ahora estamos por recuperar nuestra identidad cultural,
nuestra música, nuestros usos y
costumbres, porque creemos que Bolivia
es diversa y tiene varias nacionalidades que yo todavía no conozco. Además la
mayoría conoce el idioma quechua, aymara y guaraní, pero hay muchos más. Somos
como 36 pueblos indígenas.
-
Para mí es
muy importante identificarnos de qué cultura somos y cuál es nuestro origen. Es
además una cosa que sí hacemos y la que nos sirve para presentarnos a los
demás.
Organizaciones
sociales
-
Yo veo que se
han creado muchas las organizaciones porque era necesario, pero también se han
creados organizaciones que son alentadas por algunas ONGs para dividirnos y
para respaldar sus informes. Hay organizaciones creadas desde abajo y hay otras
impuestas desde arriba; esta tendencia sólo busca el fraccionamiento de las
organizaciones. Si queremos la unidad tenemos que buscar a todas las
organizaciones sociales y trabajar todos en conjunto, lo que hemos logrado hasta
ahora, porque se ha logrado la alianza de las organizaciones campesinas y de
algunas organizaciones urbanas.
La percepción de
Nemecia Achacollo sobre la región de Santa Cruz
-
Bueno, como
he nacido en Santa Cruz soy una más de la cruceñas y me siento feliz de haber
nacido aquí. Creo que esto me da la identidad de ser cruceña con origen aymara,
porque mis padres son aymaras; y creo que si de algo debemos sentirnos
orgullosos los cruceños es de tener aquí una variedad de nacionalidades. Además
tenemos recursos naturales renovables y no renovables; tenemos tierras ricas y
con organización seguro que podemos sacar beneficios, a pesar de que ésta es
también la región donde trabajan las empresas transnacionales. Por eso tenemos
que trabajar, luchar y defender esos intereses de los verdaderamente
originarios e indígenas que vivimos acá, en el Oriente Boliviano.
Autonomías
-
En Bolivia hay dos proyectos de autonomía: por un lado, la autonomía que por
muchos años hemos pedido las organizaciones sociales, la autonomía con manejo
de nuestros territorios y autodeterminación de los pueblos originarios, que
hemos pedido se modifique en la Constitución Política
del Estado; pero hay también la otra supuesta autonomía que tiene su propio interés: manejar la economía
de cada región. Los partidos tradicionales con una tendencia fascista han
manejado a Bolivia desde la sede de gobierno por muchos años; y ahora, al
perder el poder político a nivel nacional, vienen a atrincherarse al Oriente
Boliviano buscando su interés y no una verdadera autonomía como la que proponen
las organizaciones populares, campesinas e indígenas.
Asamblea
Constituyente
-
La Asamblea Constituyente
es una esperanza para el pueblo boliviano, porque vemos que desde 1825 se han hecho 18 reformas a la Constitución y en
ninguna de ellas ha participado la voz de los pueblos originarios. Han sido
reformas hechas por los parlamentarios, reformas hechas por unos cuantos, de
las cuales ni siquiera no hemos enterado. Pero con la Asamblea Constituyente
que viene creemos que en la nueva Constitución, en la cual soñamos no solamente
la organización de mujeres campesinas sino también muchas otras
organizaciones, debe estar la
recuperación de nuestros recursos naturales renovables y no renovables y
reconocer la autonomía de los pueblos indígenas y originarios.
ANÉCDOTAS
-
Me acuerdo de
una cosa graciosa. Fue la primera vez que tuve que agarrar el micrófono. No
sabía manejarlo para hablar ante el público. Me pasó cuando estaba de candidata
a concejal en el año 1999. Fuimos a la Comunidad
Los Andes. Yo había preparado antes cómo iba a presentarme y
hacer conocer nuestra propuesta. Llego al escenario y lo que hago es agarrar el
micrófono, decir mi nombre y de dónde soy y me olvido de todo: ya no hablo más
nada. Al no poder decir nada me sentí muy mal y me bajé de escenario. En ese
momento me sirvió recibir el apoyo del compañero Gary Gómez, que me dijo que
era normal y común lo que me pasó. Yo le decía que no quería más aparecer y no
quería volver a hablar por el micrófono; pero con el ejemplo de los compañeros
fui animándome y ahora para mí es normal hablar en cualquier escenario. Ya no
hay ese miedo. Puedo tener un poco de nervios, nada más; y a veces, cuando veo
a otras compañeras nuevitas que no pueden hablar, yo les digo que es normal
ponerse mal y que de a poco las cosas van a cambiar; que deben ponerse fuertes.
-
Otra anécdota
me pasó cuando era concejal, tal ves por falta de conocimiento. A insistencia
del compañero Tomás, fui a ver cómo eran las sesiones del Concejo y me sentía
muy rara porque no podía opinar. Para mí parecía que estaba haciendo el
ridículo. Pero con el tiempo, de a poco me fui soltando y pude hablar como más
suelta. Ahora no tengo miedo de dar mis opiniones y defender lo que creo.
-
Otra anécdota que tengo: un día llego a mi
casa, tenía un maletín con los documentos de la Federación de Mujeres
Campesinas y debía salir nuevamente a un evento de la organización, pero antes
tenía que hacer unos horneados para vender. Entonces fui a hornear a la casa de
mi mamá y cuando volví resulta que mi esposo me había quemado todo los papeles
de la organización. Me acuerdo que estaba bastante molesto de lo que no paraba
en la casa y pensé que lo mejor era quemar todos mis papeles para que no vuelva
a salir.
Enfrentando
al poder
-
Como anécdota
ésta también que me ocurrió cuando las
organizaciones tuvimos un encuentro con Sánchez de Lozada después de lo
sucedido en el febrero negro del 2003. Nosotras tuvimos una participación
limitada, porque sólo dejaron ingresar a tres compañeras por la Federación Nacional de Mujeres
Campesinas. Me tocó hablar y tenía en mis manos un lista de demandas de las
mujeres campesinas; pero antes de subir, los compañeros del Bloque Oriente me
hicieron llegar también sus demandas, para que las leyera, porque no les habían
dado la oportunidad de hablar ellos. Entonces me convertí en la portavoz de
todas esas organizaciones. Cuando me tocó hablar me daba rabia mirarlo al Goni,
porque en cada cosa que hablaba él se hacía la burla con su acento de gringo.
En tan sólo siete minutos que teníamos de tiempo le presente algunas demandas, pero se vio que no las tomó en
cuenta. Por eso en octubre se escapó.
Educación
-
Bueno, en esa
parte mi papá ha sido bastante bueno, ha sido abierto para escucharnos, pero
bastante tajante con las posiciones que tenía y exigente con el trabajo y con
nuestra educación. Cuando no estaban mis papás, como todo los hijos
aprovechábamos para estar hasta tarde y quedarnos a jugar. Mi mamá nos
soportaba, pero mi papá era exigente; eso nos dio la tendencia de que nos
educáramos en torno a lo que él decía. Mi padre estuvo todo el tiempo con
nosotros; no había un día que no lo habíamos a nuestro padre.
-
Ahora veo que la educación de mis hijos es
diferente. Por una parte, no puedo estar cien por ciento con mis hijos. Ahorita
no les dedico ni un veinte por ciento; estoy muy ocupada con la dirigencia y
viajo mucho. A la semana voy a mi casa una vez o al mes dos veces; después
estoy en La Paz.
-
Cuando no
estaba de dirigente compartía con mis hijos en la casa, me quedaba junto a
ellos a enseñarles; vivía más cerca de sus cosas y había una comunicación y una
afecto con ellos. Ahora he visto que hay un cierto distanciamiento de mis
hijos. En esta parte mi padre tiene toda la razón: cuando ya estaba de
dirigente nacional me dijo: “Te vas a descuidar de tus hijos; ten cuidado”.
-
La única que
me entiende es mi hija mayor que ya tiene marido. Ella siempre me dice que me
vaya bien, que cuide mi salud, que vaya donde vaya no me olvide de ellos; en
cambio las dos más pequeñas no me entienden; cada rato me preguntan: “¿Por qué
usted se ocupa sólo de su organización y no se ocupa de nosotras? ¿Por qué no
estás con nosotros, por qué no duermes en la casa, por qué no lavas nuestra
ropa, por qué no nos lo cocinas, por qué no eres como antes? Yo les trato de
explicar lo que hago, les voy informando de la actividad sindical que me quita
tiempo y ya van comprendiendo de a poco. Mi esposo me ayuda, claro que a un
principio no era así, también mis niñas sufren mucho cuando ven las
movilizaciones, las marchas, los heridos. Mis hijas pequeñas me llamaban, sobre
todo en esta ultimas movilizaciones de mayo y junio, diciéndome que deje la
organización, pero las mayores me apoyaban y me daban aliento. Yo creo que si
algún día mis hijas asumen esta responsabilidad de dirigentes yo las puedo
ayudar en todo momento; pero por otro lado estoy viendo que uno se sacrifica
bastante y quisiera que no pasen esto. Por eso también estoy en la lucha: para
ver si puedo darle mejores días.
FIN
No hay comentarios:
Publicar un comentario